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Son muchos los consejos que recibimos a la hora de abrigar o desabrigar a nuestros niños. Resulta difícil saber si les estamos poniendo ropa de más o de menos, especialmente si recién comenzamos la tarea de ser padres, pero a pesar de que no existe la fórmula mágica, sí existen algunas claves que es importante tener en cuenta.
El pediatra de la Clínica Las Condes, Dr. Sergio Cassis da cuenta del factor edad:
"Los menores de tres meses, por ejemplo, se enfrían más rápido porque el porcentaje de agua corporal es mayor y su sistema de termorregulación aún es inmaduro. Por ello, es necesario abrigarlos con una o dos prendas más que las que está usando el adulto”.
En el caso de los niños mayores de un año, generalmente se deben abrigar con la misma cantidad de ropa que un adulto, según el especialista.
Otro elemento importante a considerar son los cambios abruptos de temperatura, como por ejemplo, salir al exterior con un fuerte aire frío desde lugares bien calefaccionados. Ante esto se recomienda vestir por capas: blusa, camisa o polera manga larga como primera capa, chaleco o polerón como segunda y al final, una capa o parka.
Por otro lado, se recomienda que siempre la primera capa, que es la que está en contacto directo con la piel, sea 100% algodón o en gran porcentaje. Como comentábamos en el artículo anterior, el algodón es transpirable y no mantiene la humedad, lo que sí ocurre con las telas sintéticas.
Vestir a los niños por capas, facilita que se vayan desabrigando de manera paulatina. De esta manera, se evita que tengan un cambio abrupto de temperatura, lo cual es uno de los factores propicios para un resfrío.
También es importante tener en cuenta, que a pesar de que los niños tienen un termostato similar al de los adultos, son más activos. Saltan más, corren más, por lo que fácilmente logran entrar en calor y así, transpirar. Es ahí donde resulta clave que se puedan ir desabrigando de a poco según la actividad que están realizando y el lugar donde se encuentren.
Otro consejo a tomar en cuenta, es la temperatura que tenemos dentro de casa. Se recomienda mantener un ambiente de unos 20° a 22°, idealmente de forma homogénea en todas las áreas a través de una calefacción limpia, que no seque el aire y que no agregue contaminantes. Este ambiente le permitirá a los niños estar cómodos sólo con un chaleco o polerón y al salir de casa, sólo será necesario ponerse una parka o abrigo.
En caso de días muy fríos, resulta importante usar gorros y bufandas que ayuden a proteger los oídos y la garganta.
"En días fríos, al salir en las mañanas, a los niños se les debe cubrir la nariz y la boca para entibiar el aire que respiran". Dr. Sergio Cassis, pediatra Clínica Las Condes.
El invierno puede ser una época del año que guste o no tanto, sin embargo, para aquellos que prefieran más el calor, siguiendo estos consejos se puede mantener el cuerpo templado, tanto de los más grandes como de los más pequeños de la casa, sin necesidad de exponerse a cambios bruscos de temperatura.
FUENTES
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